He tomado una decisión, no es la más adecuada, ni siquiera la más facil, pero sí la menos dolorosa.
Pongo en stand by mi corazón, dejo de buscar a mi media naranja y me dedico a olvidar, sí, a olvidar, o al menos, a recordar sin que duela.
Obligando a salir de mi cuerpo todas las sensaciones que me inundan dando paso a otras nuevas.
Es el momento de cerrar los ojos y liberar lo que llevo dentro, de dejar escapar tu recuerdo y dejar que te deslices entre mis dedos.
De escuchar un poquito a mi mente y hacer callar el corazón, alimentando a mis fantasías con una dosis de indiferencia. De bajarme de los tres metros sobre el cielo y quedarme a tres milímetros de la realidad. Sí, de esa realidad que tanto me atormenta, y que tengo que aceptar.
Pero cuando me fuerzo a que tus "te quiero" no sean más que eso, y a que resuenen sin hacer ningún efecto en mí, esta decisión empieza a nublarse, a nublarse y nunca mejor dicho, con nubes que traen recuerdos del pasado, pero está vez no será igual que todas las anteriores, el sol volverá a salir y me limitaré a llorar y olvidar, caminando sin rumbo y dando tumbos, alejandome cada vez más de ´tu recuerdo y de tí.
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